jueves, 15 de septiembre de 2011

Silenciosas lagrimas.

Un manto oscuro envuelve al fantasma del bosque.
Dicen que desde hace siglos que vaga por el bosque.
Dicen que suele columpiarse entre las enredaderas.
Dicen que suele vagar bajo las hojas dejando escapar una lastimera melodía.
Dicen que un día un oscuro manto la envolvió.
Dicen que una noche mientras dormía sintió el frio cabalgar por su columna.
Con la oscuridad como cómplice ella oculta sus lagrimas, en silencio aguarda la estocada del frio, en silencio aguarda vislumbrar la luz que acabara con la oscuridad.
La oscuridad la envuelve en su frio abrazo.
Ella se aferra a su cuerpo tratando de evitar que su corazón sea robado por el frio.
Ella se aferra a su cuerpo tratando de evitar que su felicidad sea congelada.
En la oscuridad mientras sus ojos se humedecen cada vez más y mas ella desafía al frio.
En silencio ella lucha contra el frio, en silencio sus ojos lloran, en silencio va perdiendo parte de su corazón.
En silencio ella espera vislumbrar la luz que acabara con la oscuridad.
En silencio ella espera el abrazo de la luz, ella espera sentir la mano cálida de la luz secando sus silenciosas lágrimas.
El frio no se cansa de embestir  su corazón  pero ella no se rinde, y le canta a la luz.
En silencio sus lágrimas buscan la luz. En silencio sus lágrimas piden ayuda.
Nadie las oye y en silencio sus lágrimas se rinden.
Dicen que el fantasma del bosque aun espera el abraso de la luz.
Dicen que el fantasma del bosque vaga entre los arboles buscando su luz.
Dicen que el fantasma del bosque le canta a la luz que aun espera vislumbrar en la oscuridad.
Ardnajela Ricle.

lunes, 12 de septiembre de 2011

El hada de los cielos. Ardnajela Ricle.


El sol esta en lo alto ya hace siglos que brilla sin parar.
Bañando los campos con su luz.
Llenando de felicidad mi alma.
Durante siglos el sol ha brillado, el sol a adornado el cielo.
Durante siglos he combatido las tormentas.
Durante siglos he luchado ferozmente protegiendo mi sol.
Pero en mi última batalla una daga helada atravesó mi corazón.
Los duendes desde entonces suelen cantar.
Cada tanto el cielo se nubla.
Cada tanto el cielo llora.
Cada tanto el viento helado cala los huesos.
Cada tanto el sol brilla.
Cada tanto los pájaros cantan.
Cada tanto se ve por los campos al hada del cielo.
Cada tanto se la ve alegre, cada tanto se la ve triste.
Cada tanto se la ve esperando que el sol ilumine otra vez su corazón.
Cada tanto se la ve cantando para que el sol sane su corazón.
Cada tanto extraña aquellos días en que el sol brilla completamente por ella.
Cada tanto baila bajo el sol.
Cada tanto el cielo se nubla.
Cada tanto el cielo llora.
Cada tanto el viento helado cala los huesos.
Cada tanto el sol brilla.
Cada tanto los pájaros cantan.
Ardnajela Ricle.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Espadas sin caballeros.


Los pétalos eran arrastrados entre las nubes por el viento,
Las hojas eran arrastradas por el suelo, y otras por el arroyo.
El mensaje de la bruja viajaba por agua, tierra y aire.
En la torre la princesa fue envuelta en remolino de colores.
La princesa se afligió de dolor al recibir la noticia, todas las tropas habían caído.
Todas sus espadas en el suelo dormían sabiendo que no volverían a ser blandidas por sus caballeros.
Los gorros rojos sabían que ya tenían un nuevo lugar que habitar.
La princesa bajo corriendo la torre y subió a su corcel con su armadura.
La bruja monto su dragón y fue al encuentro de la princesa.
Espadas sin caballeros, caballeros durmientes. En un bosque sangriento yacen.
Caballeros valientes que con honor han aceptado el gélido beso de la dama oscura.
Duermen bajo los rayos de la luna.
Espadas solitarias descansan en el campo de batalla esperando algún día volver a ser blandidas por sus dueños.
Espadas durmientes al igual que sus caballeros, esperan una ultima batalla.
La princesa y la bruja le darán venganza a aquellos corazones valientes que ahora las acompañan desde las estrellas.
A un ejército de monstruos sedientos de sangre se enfrentaran. Ambas van a la cabeza de un ejército invisible. Desde la tierra ellas lideran a un ejército que se encuentra en el cielo.
Los monstruos las esperan ansiosos, sus estómagos se regocijan esperando el banquete.
Una llamarada cubre el campo de batalla, la bruja salta del dragón en pleno vuelo y como un halcón la bruja planea.
La princesa se enviste contra la muralla de armaduras y blande su espada con furia.
La princesa con su espada y la bruja con su magia vengan a los corazones valientes que por ellas y por sus tierras murieron a manos de tales bestias.
Una batalla desigual, desigual para los monstruos que carecen del intelecto.
Cegados por la violencia que corría por sus venas subestimaron a dos princesas.
Su brutalidad no les permitió ver que se enfrentaban a la princesa guerrera y a la bruja del bosque.
La bruja planeo sobre  mil las fauces babosas y con su magia la hierba los arrastro a las profundidades.
La princesa desgarro las armaduras más resistentes, y desgarro el oscuro corazón de más de un monstruo.
Las estrellas se unieron y con su luz cegaron a los monstruos.
Espadas que no volverían a ser blandidas volvieron a una última batalla.
Corazones valientes han sido vengados y ahora duermen con una sonrisa.
Ardnajela Ricle.