En el mar del mal.

Siento  como mis brazos se cansan de remar.

Siento como mis piernas se cansan de caminar.

Siento como mi corazón se olvida de amar.

Una luz en mi interior se ahoga en el mar.

Las olas me azotan contra las rocas.

Como un muñeco de trapo el mar sin compasión me azota.

El mar me azota deshilachando mi corazón.

Mis uñas acarician las rocas intentando escapar de la furia del agua.

Pero ellas se alejan de mí dejándome naufragar.

Inerte mi cuerpo navega por el furioso mar del mal.

Las rocas se alejan de mí dejándome naufragar a mi suerte.

Inerte mi cuerpo navega por el furioso mar del mal.

Aun así una voz submarina me dice que sea fuerte.

Una voz de otro mundo me dice que esa luz se volverá a encender.

Alguien me dice que volveré a ascender.

Alguien me dice que sea fuerte y que mi corazón se volverá a encender.

Una voz de otro mundo me susurra al oído que pronto mi corazón volverá a arder.

Mi corazón volverá a amar, a sentir la pasión y a bailar sin razón.

Ese alguien serás tu?

Ardnajela Ricle.

Piano.

Un piano hacia vivir sus teclas al fondo de una casona vieja. Tres niños jugaban en su jardín. Las lavandas se movían al son de la brisa otoñal junto con los liquidambers. El sol reinaba en el cielo y unas atrevidas nubes jugaban a ocultarlo. Los niños jugaban al escondite, corrían por el enorme jardín de la casona vieja, uno se escondía tras un arbusto, otro se ocultaba en la pobre copa de algún árbol y otro buscaba. Al grito de “Pica” corrían a la pared de la “casa”. Tres niños jugaban mientras un piano sonaba bajo el esqueleto de una casa destruida. Teclas que cobraban vida y reproducían una melodía, y los niños parecían no oírla.

Sin ser oída la canción voló por entre la hierba y luego mas alto  y mas alto, hasta que logro llegar a las nubes.

Las pomposas nubes se volvieron oscuras y ya no jugaron a ocultar al sol, si no que lo ahogaron. El día se volvió gris, el frió se acentuó y el viento despojo a los árboles de las pocas hojas que les quedaban. La sombra se apodero del cielo.

Los niños se extrañaron ante semejante cambio, y corrieron a sus casas.

Las nubes retumbaron y el cielo lloro.

Nadie oyó la canción que avecinaba la tormenta, como nadie oyó las canciones de la pianista que aventuraba su tormenta.

Todos los años el piano suena en aquella casona, con la esperanza de alertar a alguien, con la esperanza de poder hacer oír los pensamientos de su dueña. Cada tanto el solitario piano suena en el fondo de los recuerdos esperando a que los suaves dedos de su dueña vuelvan a acariciarlos y a tocar alegres melodías.

Ardnajela Ricle.

El regreso de los magicos.

Comienza la caminata de las brujas que tuvieron que escapar de l fuego, condenadas por ser diferentes.

Del filo de las lanzas escaparon ciento de jóvenes, princesas de sus casas huyeron a los bosques y allí se quedaron,

Años después, su estirpe vuelve.

Comienza la caminata de la venganza, regresan a vengar a sus ancestros a reclamar el lugar que les pertenece.

Se escucha en el silencio el grito de ancianos que una vez traicionaron , se escucha el crepitar del fuego.

Se huele a venganza.

Tambores suenan en el bosque, sonidos que vaticinan la batalla.

Brujas, duendes, centauros y trols fueron despojados de sus tierras por el hombre común.

Seres mágicos fueron traicionados y ahora su estirpe tomara venganza.

Un pueblo que se creía extinto se despierta.

Se siente el fuego crepitar, se siente el olor a carne quemada.

Un pueblo que se creía dormido, extinto toma el poder de la tierra.

Un pueblo traicionado por ciegos vuelve a reclamar su lugar, vuelve a reclamar venganza.

Un pueblo condenado por tontos al exilio se levanta en armas.

Luego de años en el olvido hoy vuelven con toda su magia.

Avaza el batallón mágico y ataca contra un pueblo que dormido en los laureles se quedo.

La magia, la inteligencia contra la fuerza bruta de los comunes.

Se siente a la magia volver a reír.

Ardnajela Ricle.

Hamaca de un mundo especial.

Suspendida en la hamaca ella danza con el viento sin importar el tiempo.

Suspendida en el tiempo y el espacio ella le sonríe al a sol que muere cada tarde frente a sus ojos.

Ella le sonríe a los colores con los que el sol la saluda cada vez que revive.

Dos cuerdas las sostienen, dos cuerdas y una tabla la apartan del rió que fluye bajo sus pies.

De ese torrente de agua tan transparente como el diamante. Pero que a veces se vuelve oscuro como la obsidiana.

Sus cabellos juegan con los destellos de sol, juegan a cambiar de color.

Juegan con el viento a trenzarse.

La rama de un Roble la sostiene, la mantiene suspendida.

Fuerte y mágico Roble sostiene a la niña mientras ella se hamaca suspendida en el tiempo y el espacio.

Alejada de todo mal, inocente se hamaca sobre el mar de obsidiana que fluye bajo sus pies.

Inocente le sonríe a los cuervos que la asechan todos los días.

Inocente imita el aullido todas las noches.

Días y noches ella se hamaca bajo el Roble cantando una canción.

Canción que una vez canto mientras navegaba por el arroyo.

Suspendida en el tiempo y el espacio, perdida en algún lugar.

Un lugar mágico donde los cuervos se transforman en libélulas, donde los rápidos del arroyo no la dañan.

Miles de veces vio al sol morir y renacer pero para ella tan solo murió una vez.

Mágico Roble la mantiene alejada del torrente de obsidiana hasta el día que los diamantes destellen en el agua.

Allí en ese mundo especial se hamaca feliz.

Un mundo especial, un mundo para el cual no hay caminos ni puertas para llegar, tan solo se llega.

Un mundo que no usa llaves ni pasadizos secretos, un mundo a donde solo con la sonrisa se llega.

Ardnajela Ricle.

La dueña del lente magico.

Cortinas de agua cubren las calles y tambores suenan en el cielo.

Donde la mayoría de las personas ven gris ella con su lente mágico encuentra el color.

Una gota de agua captura con su lente mágico.

Una flor, una libélula, una lágrima.

Con su lente mágico ella captura la belleza que otros no ven y la desvela al mundo.

Siempre la veras con su lente mágico, siempre la veras rodeada de azul.

A ella la puedes encontrar donde las melodías mas lindas se esconden.

La dueña del lente mágico.

Una flor, una libélula, una lágrima con su lente mágico las atrapa.

Con su lente mágico desvela la belleza al mundo.

Una cortina de agua cae sin cesar en la calle. La gente no sale.

Pero ella esta ahí afuera capturando gotas, capturando rayos y centellas con su lente mágico.

La dueña del lente mágico, cubierta por su capa azul camina capturando bellezas.

La dueña del lente mágico.

La puedes encontrar donde las melodías mas lindas se esconden.

La dueña del lente mágico, único en el mundo, lente que se esconde en ella misma.

Dedicado a la mas bella fotografa que conosco, una genia de la fotografia Abby Way.

 

Ardnajela Ricle.

Abrir los ojos.

Cuando mis ojos se cierran vuelven a ese bosque.

Vuelven al bosque en el cual viviríamos, por el cual caminaríamos.

Cuando mis ojos se cierran vuelven a ese cálido hogar.

Veo ese bosque lleno de luz, donde nunca era invierno.

Abro mis ojos y veo arboles sin hojas, veo un invierno eterno.

Abro mis ojos y veo ese hogar vacio y helado.

Camino sobre las cenizas de lo que una vez fue un frondoso bosque.

Un bosque verde lleno de sueños, de risas.

El viento trae a mi ventana las cenizas de aquel lugar.

Aquí estoy con mis ojos abiertos caminando por el grisáceo bosque.

Aquí estoy frente a lo que una vez fue un hogar.

Esperando que el invierno se vaya, esperando al otoño.

Es hora de partir a algún bosque más frondoso.

Es hora de dejar de caminar sobre las cenizas.

Cierro los ojos y lo veo verde, veo tu risa, veo esos ojos avellanas llenándome de luz.

Abro los ojos y veo gris, no escucho tu risa y ya no están lo ojos que me llenaban de luz.

Es hora de buscar esa risa y esos ojos.

Es hora de dejar de vivir con los ojos cerrados

Es hora de dejar de caminar sobre cenizas.

Es hora de buscar un bosque frondoso.

Es hora de dejar atrás al invierno y buscar la primavera.

Ardnajela Ricle.

Sinfonía apocalíptica.

En el silencio de la aurora un estruendo rompió el cielo.

En medio de la noche una apocalíptica sinfonía se hizo escuchar en el cielo.

En el otoño del sur y en la primavera del norte el sonido se escucho. La intriga se esparció por el globo azul como se expande el viento. Por las noches y en algunos lugares por las mañanas se escuchaban los chillidos de la Tierra.

Las personas no podían dormir, temían salir de sus casas, otros esperaban ansiosos los extraños sonidos, otros comentaban sobre ellos, pero nadie sabia realmente que sucedía.

Algunos los habían logrado percibir con anticipación y de tanto escucharlos ya no le daban importancia. Algunos al escucharlos antes y que nadie los escuchara a ellos estaban cansados de esos sonidos.

Muchos llegaron a adorar esos sonidos, pero nadie sabia lo que significaba. Otros se perdían en un millón de cálculos para descifrar el significado cuando la respuesta era obvia. Cuando la respuesta estaba escrita desde hace siglos.

Sinfonías apocalípticas rompían la calma del otoño, sinfonías apocalípticas rompían la calma de las personas, extraños sonidos sorprendían a aquellos que trasnochaban.

La batalla ya era insostenible, ya no se podía ocultar. Elfos, magos y trols luchaban por gobernar a aquellas criaturas que habían sido reinas de los cielos, reinas de los mares y los bosques. Otros querían destruirlas por ser “peligrosas”, un mundo que estaba oculto se estaba despertando.

Extraños destellos se veían en los cielos, magos batallaban en los cielos con hechizos luminosos. Extraños sonidos se escuchaban en los cielos pues los dragones gemían de dolor ante las heridas de los trols, los grifos aullaban al ver caer los cuerpos inertes de sus jinetes. Extrañas criaturas se veían a los costados de las carreteras, pues los trols huían de los elfos que le daban caza o bien buscaban alimentos. Extraños destellos sorprendían a las personas, las hadas aparecían y desaparecían dejando una estela de notas doradas.

Nubes densas aparecían de la nada, los magos se cubrían con un banco de niebla espesa para no ser vistos, la batalla del mundo mágico ya no podía ser ocultada. Ya no se podía mantener bajo la mesa, pronto se sabría la verdad, pronto el hombre deberá decidir que lugar ocupar en la mas grande guerra de todos los tiempos.

Sonidos extraños sorprendían a los humanos y ellos especulaban sobre el fin del mundo, sobre extraterrestres cuando la respuesta estaba acá, en la Tierra.

Elfos, hadas, magos, duendes, trols, luchaban por el dominio de unas criaturas nunca vistas antes, mas letales que los dragones, unas criaturas que gritaban desde las entrañas de la Tierra por librarse de las cadenas de fuego.

En cálculos e hipótesis se perdían los humanos intentando hallar una respuesta a los extraños sonidos cuando la respuesta estuvo escrita desde hace siglos. Pronto la Tierra liberaría a la peor de las criaturas y solo aquellos que ganen la batalla mágica la dominaran o vencerían. El mal que fue cultivado por los mismos humanos se desataría, surcaría los cielos oscureciéndolos, atravesaría mares enteros envenenándolos. Pronto la furia de la naturaleza se liberaría y vengaría de aquellos que tanto mal le hicieron durante años.  Pronto criaturas incorpóreas se liberarían, pronto la furia de la naturaleza se liberaría.

Ardnajela Ricle.

De estrella a galaxia.

Una  nube robo las estrellas.

Un piedra impacto contra un vidrio haciéndolo añicos como hicieron con mi corazón.

En mil pedazos estallo como estalla una supernova. Y por el universo pedazo de mi volaron.

Los sueños me robaron. Gente de la niebla robo mis sueños y los aplastaron.

Como una supernova mi corazón estallo en pedazos.

Vacio, con un agujero negro, frio quedo mi pecho.

Por el negro universo los pedazos viajaron estrellándose contra otros haciéndose mas pequeños.

Sin rumbo viajaron, sin nada y solos en la oscuridad.

Pero de a poco como una constelación comenzaron a girar.

Comenzaron a reunirse. Algo los atraía, una extraña fuerza.

De a poco juntaste esos pedazos y los uniste como un rompecabezas.

Supiste ver en la oscuridad, en el vacio de mi pecho la luz que antes brillaba.

Sin temor te hundiste en el, sin saber que encontrarías y me encontraste.

Viste lo que no todos ven de mí y dijiste.

En una nave buscare cada pedazo de tu corazón y volverás a brillar.

En una nave de risas, chistes y cosquillas los buscaste.

En círculos bailaron los fragmentos de mi corazón alrededor de algo desconocido.

Hasta unirse y formar algo hermoso.

Una galaxia llena de vida, de color, de magia, de luz, de música.

No todo es destrucción, no todo es oscuro, date tiempo.

De algo malo siempre surge algo increíble e imposible!

Ardnajela Ricle.

Mi elixir.

Música tienes el poder de curar.

Tienes esa poción mágica en tus notas.

Tienes el poder de hacerme surcar los cielos,

De atravesar las coloridas nubes, de atravesar los atardeceres.

De cruzar el mar sin ahogarme, de bailar en un tornado sin lastimarme.

Me das la mano y me ayudas a caminar por el laberinto.

Eres mi espada contra los enemigos.

Eres mi llave a mi mundo, un mundo cálido y sin problemas.

Donde solo yo puedo pasar y la mochila de problemas queda atrás.

Música eres mi amiga, eres mi fiel compañera.

Tienes el don de sanar las más profundas heridas, tienes el poder de hacerme sonreír.

Con tus melodías coses mis heridas.

Pero también puedes reabrirlas, descoser las cicatrices, hacerlas sangrar.

Puedes soltarme, hacerme caer de las nubes y hundirme en el mar.

Y de tus notas me aferro para no caer pero el viento se las llevo y sigo cayendo.

Aun así nunca me abandonas, siempre logras salvarme.

Siempre apareces nadando entre el mar salado como un delfín.

Apareces en lo más oscuro del mar y me llevas a tocar las nubes.

Música tienes el poder de sanar.

Fluyes en mí sanándome por dentro.

Eres mi elixir.

Sáname! Sáname! Yo te escucho, te comprendo.

Música tienes el poder de sanar.

Fluyes en mí sanándome por dentro.

Eres mi elixir.

Ardnajela Ricle.

El fantasma y el mar.

El éxodo comienza, me voy lejos.
Mi alma, mi corazón, mi mente huye de tu fantasma.
En una caravana mágica huyen.
Lejos! Me voy para no oír mas tu canción.
Huyo de tu fantasma, de tus risas, de tus ojos avellanas.
Huyo de los recuerdos que perforan mi corazón.
Al mar me voy.
Un mar cree con mil lágrimas. Un océano llene.
Un océano nos separa en el tiempo.
La brisa marina me trae esas imágenes que quise dejar atrás.
La arena escoce mis ojos al igual que esa vieja película que intento olvidar.
Corro por el peñasco pero tu fantasma es más rápido.
Me escondo entre los huecos de las rocas pero aun así me encuentras.
Me escondo en el hueco de mi pecho pero aun así me encuentras.
Maldito mar de lágrimas, hoy me iré contigo.
Atravesare el océano que nos separa
Tu fantasma me seguirá y nadara con mi fantasma.
Un mar entero te dedique, cada gota de ese mar lleva tu nombre.
Pues ya no mas.
No mas! Basta!
Sino puedo huir de ese fantasma me uniré a el.
A dios corazón, aquí te destierro de mi cuerpo.
Un barquito de papel flota con un corazón.
Las olas rompen en el peñasco y mi garganta rompe a viva voz.
Gritándole al mar y a tu fantasma.
A dios!
Libre mi cuerpo baila en el mar.
A dios!

Ardnajela Ricle.

Bailando con gotas de lluvia.

Gotas, lluvia, caricias acuáticas que acarician mi ventana.

Cristalinas y brillantes me saludan desde la ventana.

Dibujando caminos se desplazan por mi ventana.

Caminos que se enredan, se separan y se vuelven a unir.

Gotas que dibujan historias en mi ventana.

Una cortina fría e intensa cae sin cesar afuera de mi ventana y me invita a abrazarla.

Dulce la lluvia me llena de su frescura.

Gotas que escriben historias fuera de mi ventana y me invitan a ser parte de ellas.

Dulce lluvia me lleva de la mano, fuera de mi ventana estoy junto a todas esas gotas.

Gotas que me invitan a escribir una historia junto con ellas.

Sal de tu refugio y baila bajo la lluvia.

No le temas a la lluvia, no le temas al viento,

no le temas a los rayos, no le temas a esa tormenta que siempre está presente.

La lluvia me lleva de la mano, el viento me canta y los rayos iluminan el camino.

No todas las tormentas son malas.

Las tormentas son malas solo si así quieres que sean.

Bailando bajo la tormenta estoy junto a un millón de gotas.

Bailando con la lluvia, el viento y los rayos.

Sal de tu refugio y baila bajo la lluvia.

No le temas a la lluvia, no le temas al viento,

no le temas a los rayos, no le temas a esa tormenta que siempre está presente.

Ardnajela Ricle.