jueves, 22 de marzo de 2012

Abrir los ojos.


Cuando mis ojos se cierran vuelven a ese bosque.
Vuelven al bosque en el cual viviríamos, por el cual caminaríamos.
Cuando mis ojos se cierran vuelven a ese cálido hogar.
Veo ese bosque lleno de luz, donde nunca era invierno.
Abro mis ojos y veo arboles sin hojas, veo un invierno eterno.
Abro mis ojos y veo ese hogar vacio y helado.
Camino sobre las cenizas de lo que una vez fue un frondoso bosque.
Un bosque verde lleno de sueños, de risas.
El viento trae a mi ventana las cenizas de aquel lugar.
Aquí estoy con mis ojos abiertos caminando por el grisáceo bosque.
Aquí estoy frente a lo que una vez fue un hogar.
Esperando que el invierno se vaya, esperando al otoño.
Es hora de partir a algún bosque más frondoso.
Es hora de dejar de caminar sobre las cenizas.
Cierro los ojos y lo veo verde, veo tu risa, veo esos ojos avellanas llenándome de luz.
Abro los ojos y veo gris, no escucho tu risa y ya no están lo ojos que me llenaban de luz.
Es hora de buscar esa risa y esos ojos.
Es hora de dejar de vivir con los ojos cerrados
Es hora de dejar de caminar sobre cenizas.
Es hora de buscar un bosque frondoso.
Es hora de dejar atrás al invierno y buscar la primavera.

Ardnajela Ricle.

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